de Nora Osnajanski
Imposible negar que todos quisiéramos evitar el sufrimiento. Sin embargo, en tanto estemos vivos, en distintos momentos nos veremos cara a cara con el dolor. Dicen los budistas que una cosa es el dolor inevitable (ocasionado, por ejemplo, por la muerte de un ser querido) y otra el sufrimiento inútil, que nos deja inmovilizados en viejas historias, o nos resta energía tratando de alcanzar ideales incumplibles. Una forma productiva de entender ese sufrimiento inútil es darse cuenta de hasta qué punto permanecemos atrapados en guiones de vida y sistemas de creencias que hieren... y aburren. De todo esto y mucho más tratan los relatos de vida y la escritura meditativa.
Escribir las vivencias, las alegrías y los temores. Escribir desde la sombra, el amor y el dolor. Escribir desde el cuerpo y el silencio. Escribir para encontrarnos a nosotros mismos desde nuestras verdades más profundas, que son las únicas a las que podemos tener un acceso con sentido...
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